lunes, 13 de octubre de 2008

EL CUIDADOR

A todos nos gusta cuando nos cuidan, cuando se preocupan de nosotros. Cuando éramos niños sentíamos la seguridad de nuestros mayores, nada podría pasarnos si ellos estaban con nosotros, los miedos se iban, las ilusiones se hacían realidad, todo estaba bajo control. Después crecimos y nos hicimos mayores, independientes y capaces de mirar por nosotros mismos. Criamos nuestros hijos con todo el amor posible y sin pedir nada a cambio. Después llegamos a esa edad en la que volvemos a ser dependientes en condiciones naturales, si a esto le añadimos alguna enfermedad más aún, pero si lo que aparece es alguna demencia, entonces estamos más que necesitados de ayuda. Es aquí en donde aparecen esos seres que parecidos a nuestros padres nos cuidan, nos guían, nos ayudan, nos dignifican. Son personas que renuncian a casi todo por mi y permanecen a mi lado incluso cuando no soy demasiado grato con ellos. Esas personas son las imprescindibles y a ellas va toda una gratitud que en muchos casos queda olvidada.

Una idea genial que debería de contagiar

Los niños son seres que nos sorprenden en la mayoría de las ocasiones y si alimentamos sus grandes dotes de amar a los demás encontramos casos como este. Esta es la segunda ocasión en la que un niño dona la colecta de su cumpleaños a nuestra asociación. Estela una niña de 8 años recién cumplidos decidió que en lugar de recibir regalos para su cumpleaños, le dieran un donativo para cederlo a una ONG o asociación que diera servicio a los demás, en este caso nosotros. La cantidad donada ha sido de 230 euros, pero aunque hubiera sido mucho menos, ese acto la hace muy especial, ojalá sirva de ejemplo a otros muchos y se contagien de esa solidaridad que tan necesitados estamos todos. Por supuesto todo esto no sería posible sin la orientación de sus padres. Muchísimas gracias.

PERFIL DEL CUIDADOR DE UNA PERSONA MAYOR DEPENDIENTE SEGÚN DATOS DEL INSERSO

- La mayoría de los cuidadores son mujeres (83% del total) - De entre las mujeres cuidadoras, un 43 % son hijas, un 22 % son esposas y un 7'5% son nueras de la persona cuidada - La edad media de los cuidadores es de 52 años (20 % superan los 65 años) - En su mayoría están casados (77%)- Una parte muy sustancial de cuidadores comparten el domicilio con la persona cuidada (60%) - En la mayoría de los casos no existe una ocupación laboral remunerada del cuidador (80%).- La mayoría de los cuidadores prestan ayuda diaria a su familiar mayor (85%) - Gran parte de los cuidadores no reciben ayuda de otras personas (60%) - La rotación familiar o sustitución del cuidador principal por otros miembros de la familia es moderadamente baja (20%) - Percepción de la prestación de ayuda: cuidado permanente - Una parte de ellos comparte la labor del cuidado con otros roles familiares como cuidar de sus hijos (17%)

TERAPIA OCUPACIONAL, UNA ALTERNATIVA EFICAZ

Dentro del la sanidad existen diferentes tratamientos que se conjugan para el tratamiento del Alzheimer, todos y cada uno de ellos reportan una serie de beneficios a los pacientes.
Desde la Terapia Ocupacional se consiguen múltiples beneficios, en especial si existe un diagnóstico precoz de la enfermedad y el tratamiento se realiza en el estadio inicial de la enfermedad.
Los beneficios que podemos lograr en un paciente recién diagnosticado con un deterioro leve de sus capacidades son los siguientes:
Mantener la independencia en la realización del baño, la alimentación, el vestido.
Mantener una conversación fluida y coherente.
Mantener la deambulación y la coordinación motriz gruesa y fina del usuario.
Autonomía en la realización de actividades como compras, realización de comidas, manejo de dinero, gestión del tiempo, organización del hogar, limpieza, etc.
Continuar con los roles y actividades acordes a la edad y status del usuario anteriores al diagnóstico.Etc...
Si bien es cierto que la Enfermedad de Alzheimer es un proceso degenerativo, también lo es que su progresión puede minimizarse y enlentecerse con un buen tratamiento ocupacional y una adecuada conjugación de tratamientos multidisciplinares desde la medicina, fisioterapia o la psicología.
Todo esto es posible gracias a las técnicas que se emplean por los especialistas sanitarios que son los Terapeutas Ocupacionales, formados en la Ciencia Ocupacional, que se basa en sus propias teorías y técnicas de tratamiento y cuyos métodos de trabajo solo pueden ser aplicados por estos profesionales, puesto que para aplicarlos han de tener una titulación específica y reconocida por el Ministerio de Educación y Cultura.

Todos no somos iguales

Cuando tenemos un enfermo de alzheimer poseemos una visión mayor del funcionamiento de cualquier servicio público o privado, bien sea un restaurante, un comercio, un organismo oficial, un hospital, etc. Me da igual, relativamente, que en un restaurante no sepan tratar con personas con alzheimer, o que en una tienda tampoco. Lo que no me da igual es que en un centro de salud o en un hospital no lo sepan. Un enfermo de alzheimer no recuerda, no actúa con lógica, sin embargo cada día vemos y padecemos un trato similar al resto de pacientes de cualquier hospital. Llega a ser indignante el que personas preparadas, profesionales de la medicina, enfermeros/as, auxiliares, incluso médicos de otras especialidades caigan en este error e incluso se molesten cuando se les advierta de la enfermedad añadida con la que tratan. No podemos ni debemos sentirnos mal por defender nuestra postura ante personas, que desde una posición de conocimiento, lo hacen mal.

LO QUE VEMOS DESDE LA ASOCIACIÓN

Hasta hace unos años las viviendas eran predominantemente unifamiliares y en numerosos casos coincidían en la unidad familiar, abuelos, hijos y nietos. Un núcleo familiar muy recomendable para un enfermo de alzheimer.
Este modo de vivir en la actualidad ha cambiado, entre otros factores se encuentra, la incorporación al mundo laboral de la mujer y los cambios arquitectónicos producidos alrededor del entorno habitual que provocan una vecindad desconocida y reacia a la comunicación.
Como consecuencia de estos cambios, junto con el ritmo frenético de vida de los tiempos que corren, venimos observando desde la asociación un incremento de situaciones tales como matrimonios mayores con uno de los cónyuges enfermos de alzheimer o demencia y el otro como cuidador durante todo el día. Habitualmente conviven solos en la casa, y en el mejor de los casos, con visitas diarias por algún miembro de la familia, aunque insuficientes principalmente por la falta de tiempo , debido al ritmo frenético de vida de los tiempos que corren.
Desde aquí, hacemos un llamamiento a todos aquellos familiares de enfermos de alzheimer, para que se replanteen la forma de vivir los enfermos en casa, solos y prácticamente sin ninguna actividad. Por ellos y por el beneficio de los propios enfermos, en fase leve, no es la más adecuada, ya que la inactividad física y mental es el mejor aliado del avance de la enfermedad.
Una de las opciones más adecuadas para ralentizar el avance de la enfermedad es acudir unas horas a los Centros de Estancia Diurna más cercano consiguiendo, con programas de Terapia Ocupacional, que se evite la perdida acelerada de las capacidades que aún conserva el enfermo.
Sabemos que “como en casa de uno, en ningún sitio “ pero ¿a qué precio?