lunes, 13 de octubre de 2008

EL CUIDADOR

A todos nos gusta cuando nos cuidan, cuando se preocupan de nosotros. Cuando éramos niños sentíamos la seguridad de nuestros mayores, nada podría pasarnos si ellos estaban con nosotros, los miedos se iban, las ilusiones se hacían realidad, todo estaba bajo control. Después crecimos y nos hicimos mayores, independientes y capaces de mirar por nosotros mismos. Criamos nuestros hijos con todo el amor posible y sin pedir nada a cambio. Después llegamos a esa edad en la que volvemos a ser dependientes en condiciones naturales, si a esto le añadimos alguna enfermedad más aún, pero si lo que aparece es alguna demencia, entonces estamos más que necesitados de ayuda. Es aquí en donde aparecen esos seres que parecidos a nuestros padres nos cuidan, nos guían, nos ayudan, nos dignifican. Son personas que renuncian a casi todo por mi y permanecen a mi lado incluso cuando no soy demasiado grato con ellos. Esas personas son las imprescindibles y a ellas va toda una gratitud que en muchos casos queda olvidada.

No hay comentarios: